-Caneda lo ha puesto al frente del club y muchos piensan que con la idea de seguir mandando.
-Es lógico que lo piensen, pero ya se darán cuenta de que no es así. Todo lo que sé de fútbol lo he aprendido con él, porque de este deporte sabe muchas cosas. Pero también sé que ha cometido muchos errores, de los que yo trataré de aprender. Si asumo la presidencia es porque quiero llevar a cabo mis ideas y así se está demostrando. Un ejemplo es que, pese a su parecer, hemos rebajado el precio de los abonos. Por algo se empieza.
-¿En qué erró Caneda?
-Pues en que fue demasiado presidencialista, le fallaron las formas y, en general, se equivocó en los aspectos sociales del club. Las cosas no se pueden hacer como él quería porque sí. Creo que los hinchas tienen mucho que decir. Yo quiero que el Compos vuelva a ser de sus aficionados. De todos modos, no nos podemos olvidar también de sus aciertos, porque gracias a él también han salido futbolistas por los que nadie apostaba.
-¿Pero no piensa que en dos días, cuando usted haga algo que le disguste, igual que lo puso lo apartará de la presidencia?
-Estoy seguro de que no. No es su idea y lo sé. A ver, no podemos olvidar que Caneda tiene sesenta y muchos años y que se ha dado cuenta de que hacía falta un cambio generacional. Él quiere que el club siga adelante y ha confiado en mí para llevar a cabo esa misión. Y lo ha hecho con todas las consecuencias.
-¿Y sabrá estar fuera, incluso de los comentarios públicos?
-Eso no lo sé. Pero tampoco sería malo. Caneda es una persona que tiene mucha presencia en los medios. Tiene carisma y habla claro. Y, posiblemente, si los periodistas lo llaman seguirá hablando. Pero en el Barcelona sucede con Cruyff, que cada día da su opinión sobre todo, pero eso no significa que gobierne la entidad.
-¿Qué persigue usted al frente del club?
-Nada más que evitar su desaparición. Es más, mi intención es que mi paso por la presidencia no se prolongue demasiado en el tiempo.
-Pero usted es agente de futbolistas, algo incompatible con su cargo.
-Desde que aterricé en el Compostela ya no me dedico a eso. Los agentes tenemos la posibilidad de, en un momento determinado, comunicar a la federación nuestra renuncia durante un período de tiempo, como una excedencia. Yo lo hice, así que no hay incompatibilidad ninguna.
-Sí, pero en su momento llevó jugadores al club
-Eso es cierto, pero nunca he recibido ni un euro. Y eso lo puedo decir bien alto. Nunca me he llevado ni un euro del Compostela. Todo fue gratis. Es más, me cuesta dinero. He puesto dinero y sigo poniéndolo. No he cobrado ni la gasolina que me gasto para desplazarme desde A Coruña, en donde yo vivo, a Santiago. Así que nadie podrá decirme nada al respecto.
-Ayer la federación gallega hizo oficial que este año no podrán competir como Compostela, sino que lo harán como Campus Stellae, el verdadero nombre del club. ¿Por qué?
-Pues eso me gustaría a mí saber. Ha sido una decisión única y exclusivamente de la federación. Se debe a que hay un club en Santiago que nos quiere poner trabas. Sin embargo, aquí hay una cosa muy clara: nosotros tenemos comprada la marca y volveremos a competir con ella. Si nos lo impiden este año, que no sé por qué, lo conseguiremos para el siguiente. El Compostela sigue vivo y lo demostraremos.
-Sus objetivos inmediatos son...
-Socialmente alcanzar los 1.000 abonados, algo que es difícil. Luego ascender a Tercera. Sé que tenemos un presupuesto ridículo (120.000 euros), pero debe ser el objetivo. Y si este año no, para el próximo. El lugar del Compos es, como mínimo la Segunda B, aunque yo apostaría por la Segunda.
-No parece que Santiago apueste por el fútbol. Lo demuestra lo sucedido con el Compos y el Ciudad.
-¿Y por qué culpamos a la ciudad y no a nosotros, los dirigentes? Si a la gente le das lo que quiere responde. Y si ve seriedad también. Así que es hora de trabajar y ya veremos si responde o no.
